Oración
¿Por qué deberíamos orar?
Orar significa hablar con Dios y es necesario para nuestra vida espiritual. Dios se interesa por ti y quiere tener una relación contigo basada en la comunicación y la honestidad, como la que tienes con el resto de tus amistades, ya que sobre estas bases se construyen relaciones fuertes y profundas.
Mateo 6:5-13
¿Qué aprendemos aquí sobre la oración?
Seis tipos de oración
- Alabanza
- Adora a Dios por quien Él es. (Salmos 34:2)
- Agradecimiento
- Agradece a Dios por su misericordia y providencia. (1 Tesalonicenses 5:18)
- Lamento
- Llora y exprésale tu dolor y tus quejas a Dios. (Salmos 13:1-3)
- Confesión de pecados
- Pídele a Dios que perdone tus pecados. (1 Juan 1:9)
- Peticiones
- Pídele a Dios que te conceda tus necesidades. (Filipenses 4:6-7)
- Intercesión
- Pídele a Dios que conceda las peticiones de otros. (1 Timoteo 2:1)
Cómo afecta la voluntad de Dios a nuestras oraciones
Hay 3 tipos diferentes de oración con respecto a la voluntad de Dios:
- Dios ya ha tomado la decisión
Por ejemplo: "Señor, me gustaría nacer en otra época y en otro lugar."
Eso no va a cambiar, da igual lo mucho que ores. - Dios sabe que a veces oramos por cosas que no nos benefician hasta el punto de no oír lo que él quiere decirnos al respecto. Es entonces cuando él dice "vale", y espera que podamos aprender de las consecuencias que puedan venir.
Por ejemplo: un niño le pide a sus padres la jarra de agua para llevarla a la mesa. Los padres saben que el niño aún no llega a la mesa y le aconsejan llevarla juntos. ¡Pero el niño insiste en hacerlo solo! Al final los padres aceptan y, como era de esperar, el niño termina derramando la jarra de agua. Ante esto, los padres lo calman, le ponen ropa seca y limpian el agua derramada. Una vez más, los padres vuelven a sugerirle al niño que lleven la jarra juntos y, esta vez, el niño obedece y todo sale bien.
→ ¿Estás orando correctamente? ¿Es bueno el motivo de tu oración?
→ Ten en cuenta que eres el responsable de las consecuencias. - Orar conforme a la voluntad de Dios
¡Él lo hará! Conoce más sobre la voluntad de Dios y ora al respecto. (1 Juan 5:14)
El semáforo: una imagen de la respuesta de Dios a nuestras oraciones.
"Sí." | Luz verde | Dios está de acuerdo y te concede tu petición. |
"No." | Luz roja | Dios no está de acuerdo con tu petición, porque tiene una opinión diferente. |
"Espera." | Luz amarilla | La respuesta de Dios (aún) no llega, sé paciente. |
Escucha a Dios
Así como nosotros nos comunicamos con Dios, él quiere hablarnos también. Mientras más tiempo pasemos con él, más conocida nos resultará su voz. Estas son las cuatro claves para practicar esto:
- Permanece en Dios
- Encuentra un lugar sin distracciones y tiempo para aclarar tus pensamientos. Si hay pensamientos que siguen distrayéndote: entrégaselos a Dios o apúntalos para ocuparte de eso después y así ahora puedes concentrarte solo en Dios.
- Observa
- Rara vez Dios habla con voz audible, entonces no te centres solo en tus oídos. Él usa nuestra imaginación y nos hace ver cosas a través de los "ojos de la mente".
- Pensamientos espontáneos
- Cuando hemos recibido al Espíritu Santo, él comienza a influir en nuestro pensamiento. Él nos moldeará en la medida en que le dejemos el control. Dios no siempre habla con órdenes directas, a veces prefiere hablarnos sutilmente a través de los pensamientos que vienen a nuestra mente.
- Escritura
- Es recomendable escribir algunas conversaciones con Dios, incluyendo las preguntas que tengamos y los pensamientos que hemos recibido como respuesta. No te detengas a cuestionar si tus pensamientos vienen de Dios o no, escríbelo todo. Una vez hecho esto, podrás volver a tus notas y comprobar aquello de lo que no estés seguro.
(compara Habacuc 2:1-2)
Más detalles
- Podemos hablar con Dios igual que lo haríamos con otra persona. Él incluso puede oír lo que hay en nuestros corazones. Y es especialmente bueno orar en voz alta cuando estamos con más gente para que seamos todos partícipes en la conversación con Dios.
- A veces necesitamos ser persistentes en la oración: "Jesús le contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre sin desanimarse." (Lucas 18:1)
- Podemos orar en cualquier momento y en cualquier lugar.
- Oramos en el nombre de Jesús (Juan 14:13)
Jesús te da poder para actuar a través de él y necesitamos orar aquello que Jesús hubiese orado. Así estaremos orando "su voluntad" y él responderá. Es importante saber que decir "en el nombre de Jesús" no es una fórmula mágica que convierte automáticamente cualquier oración en poderosa. - Dios nos ha dado autoridad para orar a través de Jesús. Esto significa que podemos declarar cosas (por ejemplo: bendecir, renunciar al pecado o maldiciones generacionales). También podemos ordenarle a la enfermedad o a los demonios que huyan (Lucas 9:1-2).
En práctica
¿Cuál de los seis tipos de oración (alabanza, agradecimiento, lamento, confesión de pecados, peticiones, intercesión) quieres integrar más en tu vida de oración?
¿Qué le quieres preguntar a Dios? ¿Cuándo y dónde sería un buen momento para hacerlo?
Mis objetivos: